
Porque es importante el cuidado de los dientes.
Los dientes no pueden regenerarse y no tienen recambio. Eso quiere decir que si perdemos un trozo de diente no volverá a crecer y si perdemos un diente definitivo no volverá a salir otro.
Por eso es muy importante el cuidado de los dientes, basado en:
- Adecuada higiene dental.
- Evitar conductas que favorecen la lesión de los dientes: Tabaquismo, ingesta de chucherías y azúcares refinados.
- Revisiones periódicas al dentista para detectar precozmente caries para solucionarlas.
Higiene dental
Ya desde la introducción de los primeros alimentos de debemos acostumbrar al niño a limpiar las encías con una gasa o un paño húmedo tras las comidas.
Ya se puede empezar a usar un cepillo de dientes suave en cuanto salen los primeros dientes, aunque para esos primeros dientes podríamos seguir con la gasa húmeda.
El hábito podemos introducirlo poco a poco. Inicialmente al levantarse y antes de acostarse, para al final acostumbrarse a hacerlo tras cada comida, sobre todo si son dulces.
La limpieza debe de incluir a todos los dientes (insistir en los del fondo), a todas las caras de los dientes, a las encías y la lengua.
Cuando el niño tenga los dientes permanentes debe de acostumbrarse a usar hilo dental, sobre todo antes de acostarse por la noche.
A partir de los 15 meses ya podemos poner un poquito de pasta de dientes. Es mejor usar una especial para niños y poner poco (la cantidad equivalente a una lenteja), ya que no saben escupirla. En cuanto puedan hay que enseñarles a escupir la pasta. Esto es porque un poco de flúor es necesario para proteger los dientes, pero un exceso tampoco es bueno (fluorosis dental).
A veces los dentistas protegen las primeras muelas definitivas ocluyendo con una pasta resinosa la cavidad superior de la corona dental, ya que es donde suelen quedar restos de alimentos.
Conductas favorecedoras de caries
En palabras sencillas, lo que las caries necesitan para su desarrollo es: Ambiente con poco oxígeno y alimento, especialmente azúcares. Por eso es importante limpiar la boca después de comer para que no le quede alimento, y sobre todo cuando la boca va a quedar cerrada durante horas (antes de dormir).
Es muy importante no dormir al niño con el biberón de leche en la boca. Para ver las consecuencias de eso basta con teclear en Google imágenes “caries del biberón”.
Es importante no limpiar los chupetes chupándolos los adultos, porque podemos pasar gérmenes productores de caries.
Visita al dentista
La primera visita debe de hacerse como más tarde cuando ya han salido todos los dientes de leche (aproximadamente 2.5 años), por si se puede detectar alguna patología. Por ejemplo, podría detectarse un problema en la producción del esmalte, y podríamos tomar alguna medida de cara a los dientes definitivos.
Otra visita necesaria es cuando salen las primeras muelas definitivas (sobre los 6 años). Si ya era importante la higiene dental, ahora es obligada para poder proteger los dientes definitivos.
Placa dental
La placa dental es una capa pegajosa que tiende a formarse en los dientes. En esa placa se acumulan bacterias y crean un ambiente con lo que necesitan: poco oxígeno y azúcares que quedan atrapados de los alimentos que ingerimos. Al descomponer esos azúcares se forman ácidos que lesionan el esmalte de los dientes y provocan inflamación en las encías (gingivitis), con lo que éstas se inflaman, duelen y a veces sangran.
Caries
La caries es una infección del diente que provoca su destrucción.
Los gérmenes de la placa bacteriana producen ácidos al descomponer los azúcares de “su dieta”, ácidos que van erosionando el esmalte de los dientes y creando una cavidad. Cuando afecta solo al esmalte no duele, pero cuando llega a capas internas como la dentina ya empieza a doler, sobre todo al comer o al tomar bebidas frías. Incluso puede formarse pus alrededor del diente y una inflamación en los tejidos blandos de alrededor (flemón).
Suele afectar con más frecuencia a las zonas en donde es más fácil que queden restos de alimentos: Entre los dientes o en las muelas del fondo.
El tratamiento incluye limpieza y oclusión de la cavidad creada (empaste), ya que esa cavidad es un nido de más gérmenes que podrán afectar a los dientes sanos.
Bruxismo
Bruxismo es la costumbre de apretar y rechinar los dientes. Es muy frecuente en las épocas de erupción dental. En ese caso se considera normal y fisiológico, aunque a veces puede tener otras causas:
- Tensión emocional o estrés (mudanzas, comienzo en guardería o colegio, nuevo hermanito…).
- Malposición de los dientes.
En el caso de que el niño presente bruxismo, hay que intentar evitar las situaciones estresantes por el día, y sobre todo antes de dormir. Si se prolonga mucho en el tiempo, habrá que ir al dentista ya que puede desgastar en exceso los dientes. En ese caso se puede colocar una férula nocturna que proteja los dientes de este desgaste, o poner un aparato de ortodoncia si la causa es una malposición.
Fractura un diente
En los niños es muy frecuente que se golpeen los dientes por una caída. A veces ese golpe provoca que se rompa el esmalte o incluso un trozo de diente. Es necesario entonces acudir al dentista para que repare en lo posible ese diente para proteger sus capas internas.
A veces esa fractura se produce en la raíz del diente y no vemos ninguna lesión externa. Pero unos días más tarde veremos que ese diente se pone negro. Si es un diente de leche y no se mueve, no hay que hacer nada. Lo importante es que ese diente desvitalizado (ya que no le llega flujo sanguíneo) le mantenga el sitio al diente definitivo que lo sustituirá.
Pérdida de un diente
Si un niño pierde un diente de leche por un golpe, no hay que hacer nada.
Si un niño pierde un diente definitivo por un traumatismo es importante no perder los nervios y realizar estos pasos:
- 1º Cogerlo por la corona (no por la raíz).
- 2º Lavarlo con un chorro de agua sin frotarlo para no quitar la fina capa de cemento.
- 3º Limpiar el hueco de la encía.
- 4º Insertar el diente en su sitio y mantenerlo con una presión suave durante unos minutos.
- 5º Acudir a un dentista .
Si no podemos reimplantarlo, después de lavarlo guardarlo en una gasa empapada con leche, saliva del niño o suero fisiológico y acudir a un dentista antes de una hora.