
Las últimas semanas habéis oído hablar en los medios de comunicación del caso de un niño afectado por Difteria, desde esta pagina queremos aportaros un poco de información sobre dicha enfermedad.
La Difteria es una enfermedad causada por la bacteria: Corynebacterium diphteriae, que infecta la zona alta del aparato respiratorio y se multiplica sobre las mucosas de nariz y garganta.
Antes de la introducción de la inmunización vacunal la difteria era una enfermedad extendida por todo el mundo, apareciendo en forma de epidemias. Actualmente se ha conseguido la casi total erradicación en todos los países desarrollados, pero persisten bolsas endémicas en áreas de África, Asia y America del sur. De hecho en España no se había detectado ningún caso en los últimos 28 años.
El ser humano es el único reservorio conocido, solo es posible el contagio de persona a persona, bien sea desde enfermos de difteria o desde portadores asintomáticos (personas sin síntomas pero infectados por la bacteria). La transmisión se produce vía respiratoria y tras un periodo de incubación de 1 a 6 días aparecen manifestaciones clínicas variables según la localización anatómica de la enfermedad:
- Difteria nasal: semeja a otras rinitis inespecíficas con poca sintomatología general, como mucho febrícula, más frecuente en niños pequeños.
- Difteria faríngea: fiebre, palidez, dificultad para tragar, voz gangosa e importante inflamación de los ganglios del cuello. En ella aparecen las típicas pseudomembranas blanco-grisáceas que es extienden y están muy adheridas a la mucosa llagando a sangrar sise intentan despegar.
- Difteria laríngea: puede ser por extensión de la afectación nasal o faríngea o ser la única localización. Genera tres estadios: disfónico (afonía y tos perruna), disneico (dificultad respiratoria inspiratoria) y asfitico (cianosis, color azulado de la piel, por descompensación de los mecanismos respiratorios).
El tratamiento requiere ingreso hospitalario (incluso en UCI) y aislamiento del enfermo y se basa en antitoxina diftérica (que actúa neutralizando la toxina circulante en sangre, pero no tiene acción sobre la que está fijada en los tejidos, por lo que el tratamiento debe iniciarse precozmente) y para erradicar la bacteria antibiótico (Penicilina o Eritromicina) evitando así el contagio a otras personas.
Es una enfermedad de declaración obligatoria, cuando aparece un caso de difteria en una colectividad infantil conviene hacer una investigación del bacilo en la faringe de todos los niños y administrar penicilina a los que han estado en contacto intimo con el enfermo.
La principal prevención para dicha enfermedad es la vacuna con toxoide diftérico a partir de los dos meses de edad. En el calendario vacunal actual de nuestra comunidad se reciben 6 dosis: DTaP a los 2, 4 , 6 ,18 meses y 6 años y Difteria Tétanos a los 14 años.
En España, según la legislación actual, las vacunas nos son obligatorias, salvo en situaciones puntuales de epidemias no controladas que amenacen de forma importante la salud publica. Actualmente se calcula que hay menos de un 5% de niños no vacunados, pero se ha observado un aumento de 1 -2 % en esos porcentajes en los últimos años. Los llamados movimientos antivacunas siembran dudas acerca de la seguridad y la efectividad de las vacunas infantiles, provocando la negativa de algunos padres a vacunar a sus hijos.
Es cierto que las vacunas pueden presentar efectos adversos de diversa índole. No obstante es esencial comparar la frecuencia e intensidad de estas reacciones con las consecuencias de las enfermedades naturales que son prevenidas: la relación riesgo beneficio siempre está a favor de la vacunación. Ningún avance de la medicina ha logrado salvar tantas vidas como las vacunas.