
Alergia es la respuesta desproporcionada de nuestro sistema defensivo ante sustancias que identifica como extrañas (llamadas alergenos).
En principio, cualquier sustancia del medio ambiente puede desencadenar una respuesta alérgica: Plantas (polen), animales (pelo de gato, veneno de abeja, ácaros), metales (níquel) o productos químicos (conservantes).
Existe una predisposición genética. Por eso, al valorar una posible alergia en un niño, hay que buscar antecedentes familiares de algún tipo de alergia.La alergia al polen es una de las más frecuentes.
Síntomas
Los síntomas de manifiestan al ponerse en contacto con el alérgeno. La alergia al polen puede dar 3 tipos de cuadros:
- Rinitis: Picor nasal, estornudos, aumento de secreción nasal.
- Conjuntivitis: Picor de ojos, enrojecimiento, lagrimeo. Con frecuencia van asociadas rinitis y conjuntivitis (rinoconjuntivitis).
- Asma: Tos, dificultad respiratoria, pitidos en el pecho (sibilancias).
Sospecha
Ante la presencia de alguno de esos síntomas de manera estacional (si el año pasado tuvo unos síntomas similares en los mismos meses de año), hay que pensar en una alergia al polen.
Eso ocurre así porque cada planta florece en unos meses determinados del año. Por ejemplo el ciprés en enero-marzo, las gramíneas en abril-junio, el olivo en mayo-julio y la salsola en agosto-octubre.
La SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) pone a disposición del público los niveles de los pólenes en el aire en la página web polenes.com.
Diagnóstico
Ante la sospecha, la forma más usada para confirmar la alergia es realizar los test cutáneos. Consiste en poner una mínima cantidad del alergeno en una pequeña erosión de la piel, para ver si nuestro sistema inmunológico responde.
Es importante no estar tomando ninguna medicación que frene esa respuesta, como antihistamínicos o corticoides.
Tratamiento
Se basa en tres pilares:
- Evitación: Siempre que sea posible, hay que evitar exponernos al alergeno. Durante las semanas de polinización hay que evitar salir al campo, mantener cerradas las ventanas de casa y viajar en el coche con las ventanillas bajadas.
- Tratamiento de los síntomas: La base del tratamiento son los antihistamínicos, que pueden administrarse por vía oral, spray nasal, colirio o inhalados. En el asma puede ser necesario el uso de broncodilatadores o corticoides.
- Vacunación: En casos seleccionados puede usarse la inmunoterapia, que consiste en administrar poco a poco el alérgeno al enfermo para que termine tolerándolo.