
A principios del siglo XIX (30/11/1803-14/8/1806) España realizó una expedición que dio la vuelta al mundo con el objetivo de vacunar contra la viruela y establecer campañas de vacunación en territorios de la corona de España. El Rey de España era Carlos IV, el barco se llamaba María Pita y el médico encargado de dicha expedición Francisco Javier Balmis.
Antecedentes
Sólo 7 años antes (1796), el inglés Edward Jenner había descubierto la vacuna de la viruela.
En el Siglo XVI se documenta el primer caso de viruela en Occidente.
Desde entonces la viruela se había ido extendiendo y a principios de siglo XIX constituía un problema sanitario de primer orden. En Europa morían 400.000 personas al año, a principios del siglo XIX mató, dejó con secuelas o desfiguró a una quinta parte de la humanidad y se calcula que desde el descubrimiento de América (donde no existía previamente la enfermedad) habían muerto unos 90 millones de indígenas.
El rey Carlos IV estaba sensibilizado por los estragos que estaba causando la viruela ya que, además de los casos en la población, nadie estaba a salvo de ella: La viruela acabó con la dinastía de los Habsburgo en España, con Luis XV de Francia y había afectado a la familia de Carlos IV, incluida su hija.
Preparación de la expedición
El rey se decide a sufragar la expedición y publica la correspondiente orden, en la que podemos leer: «Deseando el rey ocurrir a los estragos que causan en sus dominios de Indias las epidemias frecuentes de viruelas, y proporcionar a aquellos sus amados vasallos los auxilios que dicta la humanidad y el bien de estado, se ha servido resolver que se propague a ambas Américas, y si fuera posible a Filipinas (…), el precioso descubrimiento de la vacuna, acreditado como un preservativo de las viruelas naturales».
Se dota a la expedición con un presupuesto de 200 doblones (acabaría costando 90.000 reales de vellón, unos 24 millones de euros actuales). Hay que tener en cuenta que se realizó ese gasto en una época en la que había muchos problemas en España: Desmiembre del imperio (ese mismo año perdimos Luisiana, por ejemplo), guerras civiles en España, guerras en los territorios de América, Napoleón amenazando….
Un problema importante que se planteó fue el traslado de la vacuna, ya que en aquella época no había neveras, y sólo se podía vacunar a partir de las vesículas que salían en la zona de inoculación, y que salían sólo unos días tras la vacunación. Lo que se hizo fue lleva a un grupo de niños sanos, y durante el viaje se fue realizando una cadena de vacunación para así poder llegar a América con niños con vesículas. En concreto se llevaron a 22 niños huérfanos procedentes la mayoría de la Casa de Expósitos de La Coruña (incluida la hija de la rectora, que viajó con ellos). Una vez allí se captaron más niños para seguir con la cadena durante el resto de la expedición.
Desarrollo de la expedición
La expedición consiguió llevar la vacuna y establecer campañas permanentes de vacunación en Islas Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Nueva España (Méjico), Filipinas y China.
Una vez llegada a América, la expedición se dividió en dos expediciones para poder abarcar un mayor número de destinos.
Durante el trayecto tuvo que enfrentarse a multitud de dificultades, incluidas los accidentes, las enfermedades (uno de los doctores murió en Bolivia), reticencias de la población indígena (pensaban que les iban a transmitir otras enfermedades), los reparos de la iglesia (por el origen animal de la vacuna) y de los médicos locales (que estaban haciendo una fortuna comercializando la vacuna)
Importancia de la expedición
Las cifras de vacunación son impresionantes para época ya que llegaron a vacunarse unas 500.000 personas, por ejemplo: En Nueva Granada y Colombia 56.000 personas, en Perú 23.000, en Cuenca (Ecuador) 7.000.
Es imposible calcular el número de vidas que ha logrado salvar dicha expedición, pero entre otros motivos, sólo hay que ver la evolución en número de población indígena en los territorios de Hispanoamérica y compararlos con el número de indígenas que quedan en América del Norte.
La expedición llevó el embrión de la sanidad pública, las Juntas de Vacunación.
La Rectora Casa de Expósitos de La Coruña Isabel Zendal (o Sendales), que acompañó y cuidó a los niños durante la expedición está considerada por la OMS como la primera enfermera de la historia en misión internacional. La facultad de enfermería de la Puebla de México lleva su nombre.
Está considerada la primera misión humanitaria de medicina preventiva de la historia.
Palabras de Eward Jenner, descubridor de la vacuna de la viruela: «No imagino que los anales de la Historia hayan aportado un ejemplo de filantropía tan noble y tan extenso como éste».
Palabras de Alexander von Umboldt, geógrafo, naturalista y explorador prusiano: “Este viaje permanecerá como el más memorable en los anales de la historia”.
España se adelantó más de 100 años al mundo, ya que hasta 1959 Asamblea Mundial de la Salud no decidió organizar campañas de vacunación masiva contra la viruela. En 1980 dicha asamblea refrenda la erradicación mundial de la viruela. Y nosotros dimos el primer paso.
Quiero dedicar esta pequeña dedicatoria personal a los seguidores del bulo de la leyenda negra española.
Actividades
- Novela “Saving the World” (2006), de la escritora dominicano-estadounidense Julia Álvarez.
- Novela “Ángeles custodios” (2010), de la escritora española Almudena de Arteaga.
- Película de RTVE “22 ángeles” (2016), de Miguel Bardem.
- Novela “Los héroes olvidados” (2011), de Antonio Villanueva.
- Novela “A flor de piel” (2015), del Premio Planeta Javier Moro.
- Novela “Los niños de la viruela”, de la escritora española María Solar.