Llamamos los primeros 1000 días al periodo que va desde la concepción hasta los 2 años de vida. Resulta de sumar los 270 días del embarazo + 365 del primer año + 365 días del 2º año.
Es un periodo muy sensible ya que durante el mismo se produce:
- Un rápido crecimiento del organismo: Pasa de 1 célula a 500 millones de células.
- Se desarrollan todos los órganos, siendo especialmente importante y sensible el desarrollo del cerebro. En esos 2 años el niño desarrolla el 80% de su capacidad cognitiva.
- Madura el funcionamiento de esos órganos (aparato digestivo, sistema inmune, riñones, huesos, tejido graso, etc…). Es de especial importancia la maduración inmunológica.
- Se adquieren pautas metabólicas y hábitos de comportamiento.
Se ha comprobado que en este periodo pueden programarse en el niño enfermedades que darán la cara en la edad adulta, como: Obesidad, retraso en el crecimiento, diabetes, intolerancia a la glucosa, síndrome metabólico, alergias, hipertensión, enfermedades cardíacas, osteoporosis…
Pero no veamos estos primeros 1000 días como un semillero de futuras enfermedades, si no como una oportunidad para poder prevenirlas.
Recomendaciones para seguir en los primeros 1000 días
Durante el embarazo es importante realizar las revisiones programadas por el obstetra (ecografías, control de peso, glucemia, de tensión arterial, serologías, Screening, cultivos, etc).
Alimentación de la madre:
- Deben de tener una nutrición adecuada y variada. No es necesario comer el doble, como suele decirse.
- La madre debe de tomar suplementos de ácido fólico y hierro. Tomará la sal yodada o un suplemento de yodo.
La madre evitará el tabaco, el alcohol y las drogas.
Tras el nacimiento es importante realizar las revisiones programadas por el pediatra.
Alimentación del niño:
- La alimentación ideal durante los primeros 6 meses es la lactancia materna. En caso de no poder realizarla, el pediatra le recomendará una leche que tenga una composición lo más parecida posible a la leche materna. Como mínimo la lactancia materna debería mantenerse hasta los 2 años; a partir de entonces puede mantenerse, dependiendo de las circunstancias familiares.
- La alimentación complementaria se debe iniciar a partir de los 6 meses (si toman lactancia artificial podría empezarse antes). Los alimentos nuevos se van introduciendo de uno en uno para poder detectar intolerancias.
Hábitos:
- Es importante que el niño adquiera unos hábitos saludables. Para ello es importante dar ejemplo: Los niños aprenden lo que ven. Se recomienda comer en familia.
- La introducción de texturas y alimentos se hará de forma progresiva según las recomendaciones del pediatra.
- A partir del año de edad hay que conseguir una dieta variada, de todos los grupos alimentarios, evitando los frutos secos (por el peligro de atragantamiento) y limitando las grasas y azúcares refinados. Es importante que la dieta sea variada, no valen sustitutivos (leche, por ejemplo)
- No hay que agobiarse con el peso, el pediatra valorará si el niño lleva una curva ponderal adecuada y si tiene una adecuada proporción entre masa grasa/masa magra. Se ha comprobado que un aumento excesivo de peso a expensas de masa grasa se relaciona con patologías de adulto (obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, síndrome metabólico).
Suplementos: Aunque la luz solar es una fuente de vitamina D, es recomendable administrar vitamina D para conseguir una correcta calcificación del tejido óseo.