El tratamiento más eficaz para el TDAH es la intervención multimodal: combinación de tratamiento farmacológico, intervención psicológica, intervención familiar e intervención escolar. El uso de medicación es un pilar más del tratamiento para el TDAH.
Esquemáticamente puede decirse que los medicamentos para el TDAH, lo que hacen es aumentar la Dopamina y la Noradrenalina cerebral necesarias para un correcto funcionamiento de las áreas cerebrales implicadas en el TDAH, permitiendo al niño utilizar sus facultades naturales para focalizar la atención, mantener la concentración, pensar antes de actuar, escuchar y atender.
Existen dos grandes grupos de medicamentos:
FARMACOS ESTIMULANTES (actúan sobre la dopamina cerebral)
Metilfenidato (MFD)
- MFD de liberación inmediata y acción corta. (Rubifen®)
Efecto dura unas 4 h, necesita 2-3 tomas al día. - MFD de liberación prolongada y acción intermedia. (Medikinet®)
Efecto se inicia a los 30-60 min y dura 8 h. - MFD de liberación prolongada y acción larga. (Concerta®)
El efecto comienza a la hora y dura unas 12 h. Con una sola toma permite mantener durante más horas sin oscilaciones un efecto beneficioso.
Lisdexanfetamina. (Elvase®)
- Es un derivado anfetaminico. De inicio suave pero de efecto mantenido, unas 13 horas. Suele usarse si no ha sido efectivo tratamiento con MFD.
FARMACOS NO ESTIMULANTES (actúan sobre la Noradrenalina)
- Atomoxetina (Strattera®)
Efecto estable a lo largo del día con una sola dosis matutina. Especialmente indicado cuando hay comorbilidad de tics, ansiedad, abuso de sustancias o cuando no responden a fármacos estimulantes o no se toleran. - Guanfacina (Intuniv®)
Es de liberación prolongada y acción larga. Una sola toma al día. Tiene efecto sedante por lo que sería útil en casos que asocien agresividad o tics. Debe iniciarse lentamente y su retirada también debe ser progresiva. Podría producir hipotensión por lo que deben monitorizarse cifras de TA, FC y realizar ECG al inicio y periódicamente en pacientes con patología cardiaca o antecedentes familiares de muerte súbita o Sd QT largo. NO usar si hay antecedentes de sincope.
El tratamiento farmacológico es seguro y eficaz y debe ser prescrito siempre por un facultativo clínico experimentado en el diagnostico y tratamiento de este trastorno y sus comorbilidades.
Antes de comenzar con el tratamiento se debe:
- Realizar una Anamnesis detallada, Exploración física minuciosa (Peso, talla) y especialmente una exploración neurológica y cardiológica (derivando al especialista si se sospecha organicidad)
- Controlar Tensión arterial (TA) y Frecuencia cardiaca (FC)
- Realizar ECG (si hay antecedentes personales o familiares de cardiopatía, sincopes, desmayos, palpitaciones o cansancio excesivo con el ejercicio)
- Analítica con Hemograma, Bioquímica y Hormonas tiroideas.
En la actualidad, los fármacos estimulantes son la primera opción terapéutica, siendo el Metilfenidato el de elección y la Atomoxetina en segunda opción.
Se inicia el tratamiento a Dosis bajas y se aumenta progresivamente ajustando las dosis en función de la eficacia obtenida y la tolerancia al fármaco (por la aparición de posibles efectos secundarios).
Habrá un seguimiento estrecho por el médico especialista y su pediatra con revisiones al inicio cada 20 – 30 días, hasta que los síntomas se estabilicen y luego cada 3 -6 meses según cada caso. Controlando: Peso, talla, TA y FC.
Posibles efectos adversos de la medicación son:
- Disminución de apetito. Para compensarlo se aconseja reforzar la ingesta cuando las concentraciones del fármaco son menores (mañana y noche) o usar batidos energéticos como complemento.
- Insomnio de conciliación. Se puede tratar ajustando dosis o añadiendo Melatonina.
- Efecto rebote. Reaparición de los síntomas al disminuir los niveles del fármaco en sangre. Se evita con fármacos de liberación retardada.
- Cefalea
- Síntomas digestivos. Dolor abdominal, nauseas, vómitos.
- Síntomas cardiovasculares. Taquicardia y aumento de TA.
- Ansiedad
- Aparición o empeoramiento de los Tics. Disminuir dosis del fármaco o cambiar a Atomoxetina.
- Irritabilidad
Si el efecto secundario es grave y/o tan intenso que interfiere mucho en la vida del niño, en general se debe disminuir la dosis y si persiste retirar y cambiar a otro.
El tratamiento farmacológico debe plantearse durante un largo periodo de tiempo. Debe administrarse hasta que el niño lo necesite. En muchas ocasiones hasta la adolescencia o más allá.
Debe tomarse a diario, sin interrumpir el tratamiento en fines de semana o vacaciones.
Se evaluará la necesidad de continuar el tratamiento tras un periodo largo de remisión completa de síntomas.